Atención, pequeño gran pelele

 

Atención, pequeño gran pelele

Por Eduardo Ferrusca

El »presidente» de México, Felipe Calderón Hinojosa hace frente a la realidad de la cual emergió espuriamente. El grupo minoritario que lo proclamó ganador de la Tropelía Electoral 2006 tendrá que vérselas con lo que ellos mismos propiciaron: puesto que el »presidente» no crece ni en las caricaturas de los moneros y la realidad mexicana le queda holgada.

El agravio insoslayable por parte del chaparrito, peloncito de lentes (y lo que él representa) a la República Mexicana hace inviable un curso de tranquilidad, prosperidad y seguridad en ella. Basta con citar a Pasta de Conchos, o mencionar a Oaxaca, o qué tal Lázaro Cárdenas, y qué decir del crimen organizado. ¿Cuál calma?

El informe 2006 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) aclara todo lo anterior. Vivimos en un país donde el gobierno (bueno, las personas que dicen gobernar) carecen de una autoridad firme, siendo que una república consolidada como la nuestra lo requiere. Aunado a lo anterior, un espiral de violencia a lo largo y ancho de nuestro territorio. Por lo tanto, México, es decir todos lo que vivimos en este país, todos los que votamos por el Presidente Legítimo y todos aquellos que también lo hicieron por Calderón, deberíamos de empezar a preocuparnos por el tipo de gobierno existente, porque no es de unos cuantos el problema sino de todos nosotros y a las malas administraciones que creen llevar bien la riendas de este país.

El comunicado de la CNDH, emitido por Soberanes, se sitúa en el mismo contexto en el que Felipín dice no creer en la mano dura (aunque tiene a Ramírez Acuña en la Secretaría de Gobernación). Tan conspicuo espurio gobernante hace alarde de sus sabios conocimientos, planea garantizar los derechos humanos puesto que una democracia sin ellos no podría sostenerse. Me pregunto: ¿no se han roto los derechos desde antes que usted arribara a Los Pinos, pequeño gran pelele? (Y digo a Los Pinos porque a la presidencia no ha llegado, está muy pequeño y no alcanza la Silla.)

Y no conforme con las violaciones a los derechos humanos, además arremete contra la educación y le sube el presupuesto destinado al Ejército. Sus operativos anticrimen, por razones nunca claras, quién-sabe-por qué-no-han-encontrado-a-los-responsables-de-tanta-violencia. ¡Hombre, si los tienes todos junto a ti!.

Y dentro de este escenario el gobierno capitalino sí emplea un operativo y hace notorios los hallazgos. Le recuerdo, pequeño gran pelele, que en este último caso jamás se usó un contingente de miles de soldados, vehículos todo terrenos, ni tanques. Fíjese, ya hasta un futuro centro educativo han planeado en La Fortaleza, en lo que usted no ve ni por dónde le llegan.


«La fuerza de la miseria… ese gran disolvente social»

Balzac

Deja un comentario